Solicitan el cese de actividad por fuerza mayor para aquellos subsectores de la pesca que no puedan adoptar las medidas de prevención de riesgos laborales establecidas por esta pandemia
Malpica de Bergantiños, 28 de marzo de 2020.- La Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca (Anmupesca) viene de denunciar el estado de indefensión y desatención absoluta en el que se encuentran ante la epidemia del coronavirus. La entidad se dirigió al Gobierno de España y a algunos de los autonómicos en aquellas Comunidades en las que está presente solicitando medidas que paliasen la débil situación en la que se encuentran sus socias, sin que se haya tenido respuesta alguna hasta el momento. “Nos piden que seamos uno de los pilares garante de la soberanía alimentaria de esta situación sin ofrecernos medidas de seguridad con las que hacer frente a una pandemia que nos amenaza personal y familiarmente”, asegura Rita Míguez, presidenta de Anmupesca.
La representante de la entidad que suma en España a 15.000 mariscadoras, percebeiras, armadoras, redeiras, pescantinas, biólogas y otros perfiles profesionales de las mujeres de la pesca destaca que hasta el momento “ningún responsable estatal o autonómico se ha dirigido a nosotras para ofrecernos equipos de protección individual o para interesarse si reunimos las condiciones mínimas exigidas por las autoridades sanitarias para trabajar con unas garantías esenciales de seguridad nuestras actividades”.
En este sentido, Rita Míguez destaca que “una vez más se constata el total y absoluto desconocimiento de nuestras profesiones, ya que no saben que las mariscadoras y percebeiras compartimos espacios mínimos durante nuestra actividad, llegando a estar muy juntas hasta 50 y 80 personas en base a horarios y exigencias de las mareas, como pueden ser en el retorno de la faena, la revisión del producto, el pesado y su manipulación, entre otros”.
Del mismo modo, desconocen el hecho de que las pequeñas armadoras “tienen serios problemas para poder garantizar, por ejemplo, en un barco de 14 metros la distancia mínima exigida para que no se produzcan contagios entre sus tripulantes y que según la legislación vigente en riesgo laborales, el responsable máximo sanitario de la embarcación es el patrón, y que estos se niegan a tripular los barcos ante el riesgo de infección de sus marineros/as”.
Precarias situaciones e itinerancia
Además, en el caso de las rederas, “a las precarias situaciones en las que se prestan su trabajo a diario -en instalaciones no adaptadas, de modo itinerante en puertos y en barcos según demanda, en la mayoría de las ocasiones sin los servicios higiénicos mínimos, etc.- se une el hecho de que mucha de su materia prima procede del mercado asiático, por lo que están teniendo también problemas de abastecimiento; eso sin olvidar que si paran los barcos, las rederas, dejan de trabajar”.
El último escalafón de las mujeres de la pesca en la cadena de producción se encuentra en las pescantinas que están destinando fondos propios a abastecerse de epis con los que poder garantizar unas mínimas condiciones de higiene en el trasvase de producto al consumidor, asegura Rita Míguez.
A todo ello hay que añadir el condicionante de que la mayoría de las mujeres que realizan estas tareas “son mujeres de más de 50 años que arrastran dolencias y enfermedades de carácter renales, reumáticas, cánceres, etc. por lo que ellas mismas son ya en sí un grupo de riesgo a lo que hay que añadir que tienen mayores y/o nietos a su cargo”, con lo que el riesgo de contagio pesa más a nivel emocional.
Aplauso y reconocimento
“Con esto -señala la presidenta de Anmupesca- aplaudimos y apoyamos a todos/as aquellos/as compañeros/as que puedan desarrollar la actividad para seguir abasteciendo a la población de un alimento básico como es el pescado, pudiendo cumplir con las condiciones en materia de prevención por el Covid-19”. Sin embargo, “cabe destacar que no toda la actividad del sector extractivo es igual, sin olvidar que hay otros subsectores que no podemos llevar a cabo este compromiso al no poder adoptar las medidas preventivas contra el coronavirus”, añade.
En este sentido, “estamos muy orgullosas de ser un pilar de los sectores primario y alimentario del país, pero muchas de nosotras y de nuestros compañeros estamos sacrificando nuestra salud y exponiendo la de nuestros familiares sin ninguna garantía de nuestra seguridad y protección”.
Por todo ello, Anmupesca solicita al Gobierno una respuesta clara y concisa: el cese de actividad por fuerza mayor en aquellos subsectores de la pesca que no puedan adoptar las medidas de prevención de riesgos laborales establecidas por esta pandemia.