La Xunta pide la declaración de zona catastrófica de las rías gallegas al Gobierno central
Malpica de Bergantiños, 28 de diciembre de 2023.- El marisqueo de a pie atraviesa un momento crítico en Galicia. La elevada mortandad del género, tras meses amenazante, se ha agudizado en el último trimestre con la llegada del invierno. No solamente por el incremento de las lluvias, que provoca la bajada de la salinidad, sino también por la virulencia de las mismas. Factores a los que se suman la subida de temperatura en el Atlántico a causa del cambio climático y, por supuesto, la contaminación y el descenso del viento del nordeste, que imposibilitan la renovación del agua, ocasionando el debilitamiento de las especies.
Las más afectadas, el berberecho y la almeja. Cálculos devastadores que cifran la merma de la producción en más de un 80 %, lo que supone un 57 % menos de facturación del sector y, por ende, pone en jaque el sustento de 5.000 familias.
Parón biológico
Conforme apuntan desde la Asociación de Mariscadoras de Carril (AmarCarril), tras una campaña de Navidad inexistente queda por delante “un año de regenerar terreno, de sembrar”, por lo que “hasta dentro de un año y medio o dos” no se obtendrán “almejas de tamaño comercial”. “Y eso si no hay riadas”, añaden. Desde la cofradía de Lourizán se muestran igual de pesimistas. Explican, el género “necesita crecer y eso no pasa de un día para otro”.
Un parón biológico imprescindible y que ya tuvo precedentes en la ría de Muros-Noia en el mes de noviembre y en Carril en diciembre, con cientos de mariscadoras abocadas al cese de su actividad. Otros bancos, como el de Arcade (Pontevedra), en camino. Una “situación muy angustiosa y de futuro incierto” para la que AmarCarril solo ve como una salida la concesión de ayudas.
Precipitaciones insólitas
En este sentido, la Xunta de Galicia solicitó al Gobierno central la declaración de zona catastrófica de las rías gallegas. Para ello, la Consellería do Mar se ha apoyado en informes de MeteoGalicia, que constatan precipitaciones de más de 1.000 litros por metro cuadrado, un 127 % por encima de la habitualidad. También del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) y del Centro de Investigacións Mariñas (CIMA), que confirman una mortandad de moluscos superior al 80 % en algunas zonas y especies.
Pese a todo, para las mariscadoras no resulta suficiente. Las ayudas suponen únicamente un parche, por lo que reclaman la implicación del Gobierno gallego en nuevas vías de investigación que proporcionen herramientas para revertir la situación y esta no se repita cíclicamente año tras año.