No pueden acogerse a ningún tipo de ayudas y no percibirán ningún tipo de compensación
Malpica de Bergantiños, 10 de abril de 2020.- “Las mujeres de la pesca volvemos a sufrir el olvido de un sector que no atiende a nuestras peculiaridades y que desconoce nuestra actividad”.Así de firme se muestra la presidenta de la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca; Rita Míguez, después de una semana de esfuerzos por trasladarle al Gobierno de España la imposibilidad de unas 7.000 mujeres de la pesca de poder acogerse a las ayudas convocadas para paliar los efectos del coronavirus en los sectores económicos.
Tras dirigirse por carta a los ministerios implicados -Pesca, Trabajo, Igualdad y Seguridad Social- sus demandas no han sido escuchadas y las profesionales femeninas del sector de la pesca se encuentran abandonadas sin poder beneficiarse de ninguna de las ayudas convocadas. “De nuevo, una vez más se confirma que los más vulnerables son los que peor parados salen”, destaca Rita Míguez a la vez que pone en evidencia el estado de desesperación de compañeras mariscadoras, rederas, percebeiras, armadoras, etc.
Después de solicitar que se decretarse el cese de actividad por fuerza mayor en las actividades profesionales de marisqueo, confección de aparejos de pesca y armadoras y medidas paliativas para otras profesionales como pescantinas o biólogas, y tras la negativa del Gobierno a decretar el cese de estas actividades, la única solución que les plantearon desde el Gobierno de España fue la posibilidad de acogerse a la acreditación del descenso del 75% de los ingresos en el mes de marzo con respecto al semestre anterior.
Realizados los cálculos, casi el 100% de estas profesionales (mariscadoras, rederas y otras profesionales) no pueden acogerse a dicha medida dada la debilidad estructural de las profesiones femeninas del mar y su frágil situación en el sector. Esta situación las condena a no percibir ayuda alguna durante este mes de marzo y cuestiona las futuras.
Familias monoparentales
Cabe señalar los bajos ingresos que perciben esas mujeres por su actividad, ya que en la mayoría de los casos no llegan al salario mínimo interprofesional, lo que no les permite en ocasiones llegar a final de mes ni garantizar un mínimo ahorro. A ello hay que añadir que muchas son familias monoparentales con hijos y ascendientes a su cargo lo que acrecienta la ansiedad derivada de esta situación.
Por otro lado, Rita Mïguez también a refiere a sus compañeras armadoras de pesca de bajura también muestran su enfado al serles denegado los ERTE solicitados. “Ellas no pueden salir a faenar porque no pueden garantizar las condiciones mínimas de seguridad para sus empleados y son las responsables directas en caso de contagio y el Gobierno les niega una línea de apoyo que podría ayudarlas”, señala. Además, destaca que muchas de estas armadoras son pequeñas empresas familiares que viven al día por lo que carecen de ahorros con los que afrontar las consecuencias de esta crisis.
La presidenta de Anmupesca solicita que el Gobierno de España atienda a este colectivo y que los Gobiernos Autonómicos tomen partido en la solución de estas circunstancias, calamitosas y extremas para las mujeres de la pesca del país.